Más de 20 años eligiendo cada pieza con el mismo cuidado que el primer día.

Hola, soy Florencia, y esta es mi historia:

Todo empezó cuando tenía 15 años y quedé fascinada con el mundo de la joyería. No fue un capricho pasajero: estudié 5 años para aprender el oficio de verdad, monté mi propio taller y trabajé pieza por pieza hasta convertirme en la joyera que soy hoy.

Desde 2016 tengo dos tiendas en Estepona y San Pedro de Alcántara, en la Costa del Sol. También tengo un puesto en Puerto Banús desde hace 13 años, donde he visto pasar generaciones de clientas.

Conozco sus gustos, sus ocasiones especiales, sus hijas que ahora también son mis clientas. Algunas me han visto crecer como joyera. Yo las he visto brillar con las piezas que eligieron conmigo, y eso es algo que me llena de orgullo y responsabilidad.

 

Existimos para las mujeres que saben distinguir

Después de dos décadas haciendo esto, hay algo que tengo absolutamente claro: una joya solo es especial si quien la lleva se siente especial con ella.

No se trata de llevar lo más caro. Se trata de llevar lo que te hace sentir tú, pero mejor. Lo que funciona con tu estilo de vida. Lo que no te preocupa ponerte porque sabes que va a durar, que no te va a dar alergia, que mañana seguirá siendo bonito.

Por eso, solo trabajo con plata de ley auténtica, un metal precioso que se siente, que dura, que se puede limpiar y recuperar. Plata real, con toda su nobleza.

Selecciono cada diseño personalmente. No subo 500 productos al azar. Cada pieza que ves en la web es algo que yo misma elegiría, que me parece bonito y que sé que funciona en el día a día de una mujer real.

Cuido cada detalle como si fuera para mí. La limpieza, el orden, la presentación, el packaging... todo pasa por mi control. Con el tiempo, he aprendido que la elegancia está en los pequeños detalles.

 

Y además, personalizamos tus joyas

Hace unos años incorporé el grabado de joyas. Me encanta esa parte del trabajo. Cuando una clienta me pide que grabe una fecha, unas iniciales, un mensaje secreto... siento que estoy siendo parte de algo importante. Una declaración de amor. Un recordatorio de un momento único. Un regalo que llevará tu huella para siempre. Un mensaje que solo tú y quien lo reciba entenderán.

Eso es lo que más me gusta de mi trabajo: saber que mis joyas están presentes en momentos que importan. En primeras citas. En bodas. En regalos de madres a hijas. En esos días en los que simplemente necesitas mirarte al espejo y sentir que todo está bien.

He visto clientas emocionarse al ver una pieza que les queda perfecta. He visto hombres nerviosos buscando el regalo ideal. He visto madres eligiendo algo especial para sus hijas. He visto mujeres regalándose a sí mismas la joya que llevaban tiempo deseando.

Y eso, después de tantos años, sigue siendo lo que me hace amar lo que hago.